La frustración en los niños


La paradoja de amar a un hijo, es que no solo lo cuido y me preocupo, sino que también “lo frustro” y le dificulto su actuar… En el fondo no le resuelvo su vida, sino que le doy los elementos y el escenario para que él o ella lo haga por si mismo.
A un hijo no le puedo dar todo teniéndolo todo, no puedo resolverle sus problemas pudiendo hacerlo, no puedo anticiparle y evitarle sus dificultades sabiendo que vienen… Tenemos que frustrarlos en el buen sentido de la palabra, hacer que se esfuercen, que se cansen, que no todo salga como ellos quieren, darles pequeñas y grandes responsabilidades, que vivan las consecuencias de sus actos, y no diluirles sus errores o rupturas sociales.
Ser padre también es frustrarse, ya que muchas veces los hijos resolverán sus temas no siempre como nosotros queremos, o incluso lo harán da una forma errónea o engorrosa, teniendo que nosotros tener la sabiduría de no intervenir para que el chico o chica aprenda de sus errores e incluso de sus propios dolores.
Amar a un hijo es quererlo, cuidarlo y apoyarlo a que descubra el mundo por sí mismo, es aprender a irnos retirándonos poco a poco, de modo que puedan volar por sí mismo, y el día que decidan irse sean lo más autónomo posible.


Esos locos bajitos
(Joan Manuel Serrat)

El cantautor español Joan Manuel Serrat, compuso una hermosa canción muy conocida, que refleja creo el sentir de todo padre y madre….. Y como mi blog habla de psicología y música me gustaría invitarlos a escucharla.