El equilibrio entre tres mundos

Muchas veces me he preguntado que ocurre en la intimidad de una persona que no es capaz de tomar conciencia de sí mismo, sus vivencias, estados de ánimo e incluso sus propias necesidades. Es habitual escuchar: “no se lo que quiero”, “no se lo que me pasa”, “no se lo que siento”, como si el no percibir lo que nuestro cuerpo y espíritu nos dice fuera una escusa para justificar nuestros pesares.

Madurar no es esa idea de ser fome, latero o aburrido. Madurar es irse conociendo a través de los años, es ir tomando conciencia de quien soy, que es lo que quiero, que es lo que me hace bien y mal, y sobre todo darse cuenta con quien quiero compartir la vida y donde. Madurar no es un capricho, ni una cualidad otorgada a unos pocos, madurar es una tarea de cada uno, y es posible de alcanzar por todos. Madurar es un camino que se recorre toda la vida, ya sea en la tranquilidad o en el cambio, y que nos va llevando a un estado de equilibrio psicológico y emocional.

El camino del encuentro con uno mismo se alcanza por la unión de tres mundos, muy distintos pero profundamente complementarios entre sí:

 

  • El mundo racional y de las ideas, aquel que habita en nuestra cabeza, que trata de entender la lógica de nuestra realidad, que se mueve en el deber ser, el entendimiento y el discurso del lenguaje.
7.-racionalidad

 

  • El mundo de nuestras emociones y sentimientos, que se anidan en nuestro corazón, que condimenta nuestra vida y le da sentido, en donde viven nuestras pasiones, sensaciones, alegrías y penas.
7.-emocion2

 

  • El mundo de la intuición, de la guata y nuestro cuerpo en general, aquel que con su lenguaje de percepciones y señales sutiles y simples, nos avisa que algo pasa o algo debemos considerar, es el factor final para nuestro raciocinio y/o nuestras emociones.
7.-intuicion

En el mundo actual, lleno de ruido, velocidad e infinitas cosas por hacer, en donde se nos dice que la vida es corta, que sólo se vive una vez, que es casi un pecado postergar la satisfacción inmediata por un esfuerzo a largo plazo, etc., cada vez es más fácil y común vivir fraccionado, en donde estos tres mundos no se comunican. Tomamos decisiones según nuestra lógica o sólo lo que nuestras emociones nos comanden, sin escuchar lo que la intuición diga.

Madurar y buscar la plenitud es detener un poco la velocidad en que vivimos, es darnos tiempo para escucharnos, para unir esos tres mundos y conectar nuestro sentir en una sola expresión. Vivir fraccionados nos pone vulnerables al estrés y el agobio por no reconocer nuestras propias capacidades y límites.

Madurar y crecer es unirnos, es tomar conciencia de nuestros tres mundos y como interactúan entre sí. Es respetarnos, aceptarnos y a la larga querernos.

Artículos recientes
Mostrando 3 comentarios
  • Carlos Hirth
    Responder

    Gracias por el artículo, toca la esencia del ser humano y estos mundos que conviven en cada persona. Como bien dice, la madurez es cuando tomamos conciencia de nosotros mismos, nos aceptamos y queremos…y eso es con todas nuestras virtudes y debilidades, conociendo y entendiendo nuestro carácter que nos mueve a reaccionar mas de una manera que de otra en el ambiente y realidad que estoy inserto y que de una u otra manera soy el llamado a ser protagonista conciliando razocinio, emociones e intuición.

    • JWS
      Responder

      MUY BUENA REFLEXIÓN, APOSTAR A INTEGRAR, CRECER Y MADURAR.SI SE TOMARA COMO UN IMPERATIVO…SIN DUDA , OTRO GALLO CANTARÍA EN NUESTRA VIDA PERSONAL, FAMILIAR Y SOCIAL, DOMINADA POR LA IMPROVISACIÓN Y EL DEJARNOS ARRASTRAR POR LA ONDA DEL MOMENTO….

  • JWS
    Responder

    MUY BUENA REFLEXIÓN, APOSTAR A INTEGRAR, CRECER Y MADURAR.SI SE TOMARA COMO UN IMPERATIVO…SIN DUDA , OTRO GALLO CANTARÍA EN NUESTRA VIDA PERSONAL, FAMILIAR Y SOCIAL, DOMINADA POR LA IMPROVISACIÓN Y EL DEJARNOS ARRASTRAR POR LA ONDA DEL MOMENTO….

Deja un comentario

Hablemos

Hola, déjame un mensaje y me pondré en contacto contigo a la brevedad.

¿No se lee bien? Cambiar palabra captcha txt

Escribe lo que buscas y apreta “Enter”